Las coronas dentales se utilizan para restaurar los dientes dañados y preservar su estructura de la erosión debida a la caries o cualquier otro factor, y la historia del uso de las coronas se remonta al año 200 d. C., cuando los Etruscos utilizaron oro y otros metales preciosos para fabricar puentes y coronas dentales. Las coronas dentales siguen siendo una opción disponible hoy en día para preservar la estructura dental dañada y deformada, pero su uso no ayuda mucho en la curación de los dientes agrietados, ya que su función es evitar al paciente el daño que se le puede causar a los dientes si no están tratados a tiempo. Las coronas dentales se dividen según el área que cubren del diente en dos tipos: Coronas dentales parciales y coronas dentales completas, y los dentistas recomiendan las coronas parciales cuando el diente o el molar está dañado o parcialmente roto y es sencillo coronarlo sin tirar del nervio ni modificar su raíz.
Los odontólogos utilizan estos dos tipos de coronas dentales parciales para reemplazar las protuberancias o los partes faltantes de los dientes encargados de masticar y triturar los alimentos, además de cubrir los huecos en la corona y las extremidades del diente en general. Las coronas Inlays y Onlays se distinguen por su composición similar a la de las coronas dentales naturales. No provocan reacciones alérgicas ni complicaciones a largo plazo.
Después de evaluar la situación de los dientes del paciente, el dentista comienza midiendo las distancias entre los dientes y las dimensiones del diente o molar sobre el que se fijará la corona. Luego se realiza una corona dental según medidas adaptadas a la boca del paciente. El dentista determina, dependiendo de la calidad de la saliva del paciente y de la forma de su mandíbula en general, qué tipo de coronas usar entre las diferentes coronas dentales. Se puede usar coronas de zirconia, de cerámica o de porcelana, hay también otros tipos de coronas compuestos por múltiples materiales.
Sin embargo, coronar los dientes con zirconio y cerámica sigue siendo lo más común hoy en día y la mayoría de las coronas dentales contienen uno o ambos de estos dos materiales. Finalmente, el odontólogo fija la corona sobre el diente dañado y puede limar o pulir los dientes para obtener una bella sonrisa simétrica y una perfecta oclusión de los maxilares. En definitiva, las coronas parciales son muy simples e indoloras, y sus efectos secundarios se limitan a la sensibilidad dental temporal que pueden experimentar algunos pacientes al consumir alimentos y bebidas frías o muy calientes.
Si tiene ciertos daños en sus dientes, las coronas parciales son su mejor opción para mantener la salud y estructura de sus dientes por mucho tiempo, pero debe consultar a un especialista para determinar el tipo de tratamiento que es adecuado para usted. Tenga la completa certeza de que los dentistas de Healing Clinic siempre están listos para ayudarlo a tener dientes sanos y una sonrisa hermosa y atractiva.
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